MARILYN ZUMBO
En cada retorno
hay un mandato
invisible
una culpa innata
de otros
que marcaron la historia,
enlazando los dedos,
para dejarte hundido.
Sin palabras que vuelen.
Sin pétalos sonrientes.
Sin aire que converse.
Pero podés romper las cadenas,
liberarte sin desgarros.
Volver, sin lamentos.
Estar aquí, presente.
Aunque esté prohibido,
y el sol te queme por dentro.
GAHSTON SAINT - FLEUR
CUANDO MUERE UNA FLOR
Cuando muere una flor
Dolores de parto recosen las entrañas del bosque
El riachuelo es carcomido por la anemia falciforme
abejas y avispas acuden vestidas de solidaridad
Lo que la tierra preñó con gusto de sus entrañas
ahora amargada, se abre para darlo sepultura.
Cuando muere una flor a flor de edad
No sé cómo decirte, amigo
No hay relleno para el espacio vacío
Mucha es la muerte en el corazón
Muchos los muertos que sepultar
Cuando muere una flor.
BENJAMÍN PEDRO PÉREZ
Una joven corre en la playa
el sol le acaricia el cuerpo,
su cabello
lleva el compás de los años buenos,
tiene la sonrisa
que el mundo desea,
los ojos verdes
y una mirada sin cicatrices.
BERTOLD BRETCH
PREGUNTAS
¡Escríbeme qué llevas puesto! ¿Es cálido?
¡Escríbeme en qué duermes! ¿Es también blando?
¡Escríbeme qué aspecto tienes! ¿Sigue siendo el mismo?
¡Escríbeme qué echas de menos! ¿Mi brazo?
¡Escríbeme cómo te va! ¿Te respetan?
¡Escríbeme qué andan haciendo! ¿Tienes bastante valor?
¡Escríbeme qué haces tú! ¿Sigue siendo bueno?
¡Escríbeme en qué piensas! ¿En mí?
¡La verdad es que sólo tengo preguntas para ti!
¡Y espero con ansiedad la respuesta!
Cuando tú estás cansada, nada puedo llevarte.
Si pasas hambre, no puedo darte de comer.
Así que estoy como fuera del mundo,
perdido, como si te hubiese olvidado.
VALERIA PARISO
Ana tiene
un tatuaje sobre el hombro
por donde le sale una frontera.
El dibujo de un círculo de araña
recuerda la leyenda de Samimbi.
Por Samimbi fue creado el ñandutí.
La batalla era otra y sin embargo,
es un conjuro frente a la desesperación.
Así lo aseguran las mujeres que saben.
un círculo de encaje de hilo finísimo.
mueve las velas de las catedrales.
Y Ana no es mujer de poca fe.
VASKO POPA
La puerta
¿Por qué abrir la puerta?
Hay que buscar tanto tiempo para encontrarla. A veces está
en una pared, a veces en el techo, a veces debajo del mismo cabezal.
Y es tan difícil abrirla. Te rompes las uñas sólo para entreabrirla
y no te puedes detener en el umbral más de un instante: se te
nubla la mirada, te precipitarías al abismo.
¿Por qué abrir esa puerta que no lleva a ninguna parte? Abres
sus hojas y ante ti se descubre la oscuridad, la hueca oscuridad. Si
por lo menos condujera a otro cuarto, a un jardín o un balcón con
hermosa vista.
Sin embargo, hay que abrirla. A cualquier precio hay que abrir
esa puerta.
Para que haya aire.
ROCCO INCARDONA
ÉRAMOS
¡Éramos tan jóvenes!
¡Éramos tan hermosos!
¡Y no lo sabíamos!
De repente como un golpe
un puñetazo en el estómago
una bocanada de sangre
cayendo de tu boca, mi boca.
Saliva y sangre mezcladas
resbalaban hacia abajo,
cayendo sobre mi pecho desnudo.
Tu pecho, bello
hasta las lágrimas y el vacío.
ALESSIO BRANDOLINI
El camino de regreso
Permanecía encantado observando los buques
y el cielo transparente, después estaba el mar
que rodeaba la playa con dulzura.
Entro en puntas de pie en tus ojos adultos
tallados por el viento y me asaltan las visiones
de un color rojo oscuro, golpeado largamente.
Es así que de a poco maduran los presagios
en las venas que despacio se derrumban.
No sueño el porvenir, no lo conozco
mas quisiera entenderlo, que fuese
parte de mí, de nosotros, de mi fe. Son
altas montañas o ciudades de Europa, ríos
que fluyen rápidos al tajo del abismo
y me da miedo, entonces tú sonríes y yo grito
que no puedo entrar a este paisaje
porque no encontraría el camino de regreso.