sábado, 8 de octubre de 2022

SUSANA INÉS NICOLINI -NICOLAS GUILLÉN -VALERIA PARISO -ZACHARIAH RAPOLA -VICTORIA RODRÍGUEZ - LAURENCE WONG -GLADYS ABILAR -CINZIA MARULLI



CINZIA MARULLI

   Mi tumba

 

Cuando esté dentro de mi tumba

me  sentaré a mirar el mar

y esperaré que me vuelva polvo

entonces podré escuchar los discursos secretos

y viajar a los lugares donde nunca estuve

podré hablar con el viento

y caminar junto con las nubes

Iré a la casa de todos los poetas y

hurgaré en sus cajones

 

Cuando esté dentro de mi tumba

ya no habrá frío y podré

pasear sin miedo a enfermar

me sentaré en un banco

y leeré todos los libros que no he leído aún

No existirá tampoco el Tiempo

y yo me quedaré  joven para siempre

me daré laca a las uñas

y me ataré el pelo con briznas de hierba

 

Cuando esté dentro de mi tumba

me lavaré el alma con las palabras

serán ellas mis plegarias.





GLADYS ABILAR

AUTORRETRATO



Soy un pequeño gesto de la vida

que sueña ser adagio en las cuerdas de un arpa

un reflejo desgarrado de un relámpago

una luz en el pantano.

Soy la levedad de una caricia en duermevela

un latido que arrojó el universo en ciernes

una mueca que intenta ser palabra

una palabra que sublimó sus letras.

Soy el grito de un útero en riña

un esbozo de vida en los escombros

una voz que se desangra entre las piedras

y reverdece al madero envejecido.

Soy una música que lavó sus notas

en la fuente matriz de una entelequia

un ave que plegó sus alas

de mórbido plumaje.

Soy una partícula de gleba fecundada

en un páramo insurgente

la sonrisa que trueca rostros de espanto.

Soy la flor que redime a la bestia.






 LAURENCE WONG

  A medio amanecer

 

Mi cabeza tendida en la música del alba
Bajo el agua soy verde hierba
Sigilo
Ondulaciones blanquecinas
bajo el dorado vaso
Profundo
una tenue fisura de luz
Fluye lento sobre la cerradura
                de la cerradura de un viento lila
El viento lila es tu pelo suave
en el cepillo dorado de una mañana silenciosa.

 




 VICTORIA RODRÍGUEZ       


Mudanza

 

El primer día de mudanza

las cenizas se refregaban

en las casitas de la villa

la gente de La Viluma

tenía la ropa ahumada

pero no había leña ardiendo

ni la huella negra de los techos

amortiguaba el silencio

de los cerros

 

el jarrón de bronce de mi madre

los cucharones de cobre

combinaban con la tierra

que se desprendía allá arriba

-una verdadera tormenta-

las cajas de mudanza

el vidrio molido

y los brazos polvorientos

que hacían humo

 

no teníamos nada fuera de esos sobres

las copas tintineaban en sus cubículos

madre reparaba una trizadura

las casas más bellas son las

rotas, nos dijo

las mejores ventanas son las que

dan a la humareda

 

de qué huimos, madre

a dónde van las cenizas que flotan

cuando el aire espeso las atraviesa

y se juntan para llenar los resquicios

de las familias





ZACHARIAH  RAPOLA

Sueños

los soñadores han venido y se han ido

mucho antes del alba del capital

mucho antes de la marea de la servidumbre

los soñadores han venido y se han ido

campesinos soñadores de los sueños

 largos y fugitivos

he compartido sus anhelos

cuando las pesadillas sacudían sus pensamientos arrebatados

campesinos soñadores de sueños largos y fugitivos

los soñadores han venido y se han ido

un compañero

nutrido por el patriotismo

he sido testigo de su

viaje centenario   

los soñadores han venido y se han ido

yo también he llorado y anhelado

cuando ellos soñaban con océanos y vientos

porque yo también soy un soñador

un soñador

de sueños largos y fugitivos

(Inspirado en el poema de Langston Hughes ‘El negro habla de los ríos’)






VALERIA PARISO


Ahora una vaca camina frente a tu casa.

Deseas seguirla, huir al valle.


Mirar el cielo desnudo sobre la hierba.


Bajo el burka azul te cubres

los tobillos con poemas y escribes sobre ellos

la palabra sol.






NICOLAS GUILLÉN



LLEGADA

¡Aquí estamos!
La palabra nos viene húmeda de los bosques,
y un sol enérgico nos amanece entre las venas.
El puño es fuerte
y tiene el remo.

En el ojo profundo duermen palmeras exorbitantes.
El grito se nos sale como una gota de oro virgen.
Nuestro pie,
duro y ancho,
aplasta el polvo en los caminos abandonados
y estrechos para nuestras filas.
Sabemos dónde nacen las aguas,
y las amamos porque empujaron nuestras canoas bajo
los cielos rojos.
Nuestro canto
es como un músculo bajo la piel del alma,
nuestro sencillo canto.

Traemos el humo en la mañana,
y el fuego sobre la noche,
y el cuchillo, como un duro pedazo de luna,
apto para las pieles bárbaras;
traemos los caimanes en el fango,
y el arco que dispara nuestras ansias,
y el cinturón del trópico,
y el espíritu limpio.
Traemos
nuestro rasgo al perfil definitivo de América.

¡Eh, compañeros, aquí estamos!
La ciudad nos espera con sus palacios, tenues
como panales de abejas silvestres;
sus calles están secas como los ríos cuando no llueve en la montaña,
y sus casas nos miran con los ojos pávidos
de las ventanas.
Los hombres antiguos nos darán leche y miel
y nos coronarán de hojas verdes.

¡Eh, compañeros, aquí estamos!
Bajo el sol
nuestra piel sudorosa reflejará los rostros húmedos
de los vencidos,
y en la noche, mientras los astros ardan en la punta
de nuestras llamas,
nuestra risa madrugará sobre los ríos y los pájaros.





SUSANA INÉS NICOLINI 



Uno comienza a escribir

por la noche

para no morir:

un café, un cigarrillo

y esa paciencia de absoluto

que no se puede ejecutar.

Tal vez haya sido la música

el benefactor de la tarde

el silencio, no obstante,

se ufana en la piel.

A esa hora la vida es un hábito

y uno se da cuenta

que puede morir como cualquiera

que dejó la vida a medio hacer

creyéndola inagotable.

Qué oscura es la ciudad

cuando amanece

cuando laten las sienes

porque sabemos.

La pasión es algo distante

demasiado ajeno

demasiado falible,

sin embargo recordamos los días

en que le creímos

en que la vimos

cruzar la oscuridad

y enamorarnos.

Y uno vuelve a escribir

por la mañana

-costumbre pausada-

y otra vez nos queda

la escritura y el silencio:

ese grito constante

que a nadie le importa.

Victoria feroz de la experiencia.

A todos nos alcanzan

las flechas de algún dios.



  Queridos amigos: les damos a todos la bienvenida a RUPES NIGRA (Roca Negra), lugar de encuentro y difusión de la palabra. Rupes Nigra re...